Llevar el timón de una startup es una actividad que requiere un gran despliegue de tiempo y dedicación para todos los miembros que forman parte del equipo, sin importar su cargo o área. En esos periodos en los que tenemos la agenda llena de reuniones, visitas comerciales, entregas y un sinfín de actividades, en ocasiones tenemos la sensación de que nuestras jornadas no nos cunden todo lo que deberían y, especialmente, todo lo que nos gustaría. Hoy traemos una serie de consejos de gran utilidad para exprimir al máximo nuestros días de trabajo.
Aprende a centrarte con la regla de los dos minutos
Muchas veces sentimos que nuestras horas delante del ordenador no nos cunden todo lo que podrían porque no nos limitamos a una única tarea cada vez, sino que vamos saltando de una a otra conforme nos van llegando. Error. Afortunadamente, existe un pequeño truco que puede ayudarnos a evitar dar tumbos de un punto a otro: la regla de los dos minutos.
Según esta conocida regla en el mundo empresarial, cuando estamos inmersos en una determinada actividad y de repente nos llega ese correo electrónico que nos sitúa ante un nuevo quehacer, funciona muy bien hacernos la siguiente pregunta: «¿Estimo que esta nueva tarea que acaba de surgir va a llevar más de dos minutos?». Si la respuesta es negativa, adelante, será una cosa que tachar pronto de nuestros to dos, pero si nos va a suponer más de ese tiempo, es mejor que continuemos con lo que estábamos haciendo y después nos enfoquemos en este imprevisto. Puede parecer una tontería, pero una de las mayores causas de improductividad es este salto de una cosa a otra. Somos más productivos cuanto más tiempo dediquemos a una misma actividad.
Llamadas, reuniones, documentación… ¡Agrupa tu trabajo!
La jornada de un emprendedor está repleta de facetas de diversa índole: reuniones con los clientes o internas, correos electrónicos, llamadas telefónicas, mucho trabajo de gestión, etc. Muy en la línea del punto anterior se enmarca lo que te contamos a continuación. Somos mucho más productivos si dividimos nuestro planning en actividades agrupadas: un tiempo del día para lectura y respuesta de mails, otro tanto para las reuniones, otro para trabajar concentrados en la preparación de una presentación… Es de gran utilidad elaborar un listado de todo lo que tenemos que hacer ese día y tratar de agruparlos en la medida de lo posible. ¡Verás cómo al final de la jornada sientes que has completado muchas más tareas!
Si algo no tiene fecha límite… ¡márcala tú!
Otra de las razones de la baja productividad es la temida procrastinación: el arte de pegar patadas hacia adelante con esa larga lista de to dos que nos mira desafiante encima de nuestra mesa de trabajo. Y no nos llamemos a engaño: nos cuesta mucho más encontrar la motivación para una entrega que no tiene deadline que para una señalada en rojo en nuestro calendario. Este es el tercero de los consejos para aprovechar mejor el tiempo, ir dando fecha de salida a la pila de trabajo pendiente.
¡Esperamos que estos tips de productividad para emprendedores te hayan sido de ayuda! Comienza a ponerlos en práctica y comprobarás cómo finalizar más tareas no depende tanto de la cantidad del tiempo invertido como de su calidad.