No importa los artículos o los libros interesantes que leas, tampoco los cursos que hagas: Si no entras en acción no sirven de nada.
Es muy importante que todos tengamos muy claras cuáles son nuestras metas. Está demostrado que cuando no sabemos exactamente qué es lo que queremos es más fácil que termines haciendo muchas cosas al cabo del día, que ni quieres hacer, ni te acercan a tu objetivo ni necesitas para nada.
La clave de una correcta gestión del tiempo es tener clara cuál es tu meta a largo plazo. Las acciones rutinarias que nos roban las horas del día deben justificarse en una meta final.
Pero las metas son amplias, intenciones generales que a menudo intangibles y difíciles de medir. Por ello a partir de una meta global, conviene marcar objetivos concretos. Deben plantearse como algo tangible que requiere acciones detalladas que conducen hacia el logro de un propósito más grande, que es la meta.
Claves para definir objetivos correctamente
- Los objetivos deberían estar alineados con quien realmente somos. Si no te sientes identificado con tus metas, serás incapaz de encontrar la motivación necesaria.
- Define tus objetivos lo mejor que puedas para que te sea mucho más sencillo ponerte manos a la obra. Llévalos al detalle para que sean objetivos concretos.
- Tus objetivos tienen que ser algo que sientas que puedes conseguir. Es muy importante poner los pies en la tierra y definir objetivos realistas.
- Deben de estar orientados a la acción, de ninguna manera deberás sentarte a esperar una respuesta que depende de la decisión de otra persona o de condiciones externas.
- Un objetivo bien formado permitirá comenzar y mantener acciones que te acerquen a la consecución del mismo.
- La diferencia entre un objetivo y un deseo es justamente que el segundo viene marcado por una fecha. Ponerle fecha hace que ordenemos toda la información que necesitamos y nos empuje a la acción. Elige la fecha que te parezca más coherente y realista.
Alinea tus objetivos
Es importante que los objetivos profesionales individuales de todas las personas involucradas estén alineados con la meta global de la compañía. Esta es la única forma de conseguir que todos los miembros de los equipos de trabajo remen en la misma dirección y al unísono.
Para lograr alinear el propósito de todas las personas en la empresa es necesario diseñar un esquema de difusión y evaluación organizacional. Además, para que un propósito en común importe realmente es necesario ir más allá de una iniciativa que se encuentra al margen de la organización. Tiene que ser parte central de la cultura, algo que las personas sientan en su trabajo todos los días.
Arriesga, apuesta por tu startup, pero siembra las raíces del éxito de manera ordenada. Piensa en tus objetivos y piensa en tu equipo. Conoce tus metas.