El 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día de la Mujer, y en Extremadura Open Future hemos querido unirnos a las reivindicaciones propias de esta jornada para visibilizar el papel de las mujeres en nuestro ecosistema emprendedor. En concreto, este año, hemos querido hablar con las mentoras de La Atalaya para conocer su experiencia en el mundo del emprendimiento.
Emprendimiento en femenino
Cristina Alonso, mentora en finanzas de La Atalaya, recuerda el momento en el que lanzó su negocio, en plena crisis. Para Amparo Cantalicio, mentora en Marketing Estratégico, la mayor dificultad a la que se enfrentó fue “empezar de cero con mi empresa: emprender con mis recursos y hacerlo sin renunciar a mis valores. De hecho, monté Meridianum Talent Lab para poder ser siempre fiel a mi idea de que desde las empresas podemos de verdad contribuir a hacer del mundo un lugar mejor, más sostenible, más justo y más feliz”.
Cristina Alonso, Amparo Cantalicio, Bárbara Domínguez y Celina Pérez forman parte del equipo de mentores de Extremadura Open Future. Estas cuatro mujeres han tenido que enfrentarse al emprendimiento desde una posición de desventaja, ya que, como ellas mismas reivindican, la figura de la mujer emprendedora no cuenta con la suficiente visibilidad: “La mujer emprendedora está reconocida pero poco visualizada. El estereotipo de emprendedor tecnológico sigue siendo masculino”, comparte Celina Pérez Casado, mentora en validación de hipótesis. Bárbara Domínguez, por su parte, añade que “aún hacen falta más mujeres emprendedoras, al menos en el mundo startup”. No obstante, la mentora de Branding y UX/UI también hace una lectura positiva de esta situación, y es que ella lo ve como “una oportunidad para las que se animan, porque al ser menos llamamos más la atención”.
Es precisamente por esta situación de falta de referentes por lo que Amparo reclama que se preste atención a las mujeres, “poniéndolas en valor no solo en el 8M, si no en otros días y otros foros. Está genial hacerlo el 8M pero deberíamos estar en igualdad siempre”. Así pues, Celina se muestra clara, y es que, para nuestra mentora, “tenemos la responsabilidad en iniciativas como Extremadura Open Future de no perpetuar esa cadena, dar visibilidad a la mujer emprendedora y tecnológica, contribuir al cambio en la cultura empresarial, generar referentes y apostar por el liderazgo femenino. El talento no tiene nada que ver con el género y es importante contribuir a visualizarlo”.
Mentoras en La Atalaya
“Ser mentora es una experiencia muy enriquecedora porque te permite estar conociendo nuevos proyectos, personas, y nuevos retos de forma constante”. Así describe Bárbara Domínguez su experiencia como mentora en Extremadura Open Future. Para Amparo Cantalicio, la oportunidad de asesorar a startups es “muy ilusionante. Dicen que enseñar es aprender dos veces; para mí siempre es gratificante trabajar con personas emprendedoras con las que comparto ya de partida un estilo de vida en el que de los retos hacemos oportunidades y de los que aprendo también mucho. Al final el talento acaba triunfando, sin importar edad, género, experiencia o procedencia”.
En cuanto a consejos para aquellas mujeres que quieran formar parte de un equipo como el de La Atalaya, Cristina Alonso lo tiene claro: “Le daría el mismo que a los hombres. Si te apasiona lo que haces y llevas un tiempo haciéndolo, compártelo. Comparte ese conocimiento para que a otras personas les sea más sencillo el camino”. Celina Pérez, por su parte, hace uso de tres palabras clave para cualquier mentor de startups: “Generosidad, profesionalidad y empatía”. Es precisamente en la empatía donde pone el foco también Bárbara, ya que, en su experiencia, “como emprendedora muchas veces me encuentro frente a situaciones que ya he vivido, y en su momento, cuando yo era la mentorizada, muchos mentores supieron asesorarme más allá de su campo, basándose en sus experiencias personales”.
La búsqueda de referentes
Es difícil definir cómo es el perfil de la emprendedora actual, ya que, tal y como señala Bárbara, “hay muchos perfiles diferentes”. No obstante, Amparo reivindica su “constancia, valentía y extensa formación. A diferencia de los perfiles masculinos, ellas para emprender se arman de todas las herramientas posibles para ir sobre seguro”. Para Cristina, la diferencia fundamental entre hombres y mujeres radica en la fuerza de voluntad y en las ganas, “porque emprender en femenino suele ser más costoso. Muchas de las emprendedoras todavía mantenemos cargas desiguales en nuestra vida familiar”.
Desde Extremadura Open Future trabajamos por lograr la igualdad entre hombres y mujeres, también en nuestra iniciativa. Cristina Alonso hace mención al “cuerpo de mentoras y mentores en los que hay una amplia presencia femenina”, ya que, para ella, algo fundamental es la existencia de referentes para las emprendedoras. Bárbara coincide con ella, y es que defiende que “es importante que las nuevas generaciones tengan referentes femeninos. Por eso todo trabajo que se haga de cara a los jóvenes para visibilizar casos de mujeres emprendedoras es sin duda un acierto”.