¿Cuál es tu nombre? ¿Y tu papel dentro de la startup?
Me llamo Ángel. Soy Director o pensador o ideador, no se muy bien como definirme. El que impulsa las acciones.
¿Qué encendió en ti la mecha del emprendimiento?
Tal vez es lo que siempre vi en mi familia. Esa necesidad de hacer cosas y no solo pensarlas. Si algo pasa por la cabeza hay que intentar ponerla en pie.
¿Cuándo descubriste que tenías una buena idea empresarial?
Por un accidente. Trabajando en el sector agro, tuve un accidente laboral y comencé a pensar en la necesidad que tienen las personas en sus domicilios. A partir de ese momento, vi cual es el conjunto de personas que mas necesidades tienen y como el avance de la edad, hace que tengamos un deterioro físico y cognitivo. Atender a las necesidades que ese deterioro origina es nuestra misión. Poder generar una cobertura suficiente para que la persona no tenga esa necesidad. El envejecimiento de nuestra población va a generar muchas carencias y cualquier problematica, atacará con más intensidad a nuestros mayores. Por ese motivo, ahora estamos trabajando en la antesala de la dependencia y la discapacidad. Vamos a crear herramientas, para que la persona sea menos vulnerables ante el desafío del envejecimiento.
Aceptando que todos hemos tenido algún que otro fracaso, ¿qué es lo que has aprendido de ellos?
Que hay que escuchar, y cambiar y pivotar muchas veces. Por que lo que hoy funciona, rapidamente deja de funcionar y tenemos que estar siempre introduciendo cambios y sobre todo acompasar esos cambios a la gente que te rodea y al equipo más cercano. No todos aceptamos los cambios con la misma naturalidad. Y para tener cambios tienes que enseñar a cambiar a los que están contigo.
¿Cómo está siendo la aceleración en La Atalaya?
Llevamos muy poco tiempo, pero es muy ilusionante. De momento, me encuentro muy a gusto con las personas con las que estoy interactuando, por que se les siente la pasión.
¿Qué has aprendido profesionalmente en La Atalaya? ¿Y personalmente?
Dedicación al proyecto
¿Qué te están aportando las sesiones de trabajo con los mentores?
De momento ilusión
Dando por hecho que tu vida no acaba en la empresa, ¿cuáles son tus aficiones y cómo gestionas tu tiempo libre?
Me gusta hacer deporte, el senderismo y la bicicleta. He realizado dos veces El Camino de Santiago y siento que tengo que hacerlo varias veces más. Afrontar cada etapa de senderismo es cumplir un nuevo hito y lo asimilo mucho a los hitos de la empresa y la propia vida. Hacer El Camino de Santiago es el fiel reflejo de la vida misma. Suelo madrugar cada día, me levando sobre las 5.00 AM para salir a andar. Ver cada día amanecer en el campo, mientras hago mi ruta diaria es uno de los momentos más gratificantes de cada día. Además me gusta mucho la fotografía. Hago reportajes sociales, para familiares y amigos. Otra de mis aficiones es el jardín. Paso horas enteras arreglando el jardín de mi casa.
Si echas la vista atrás, ¿cuál ha sido el episodio más gratificante que has vivido como emprendedor?
Muchas miradas de personas mayores, viendo con emoción cubierta sus necesidades, ese día a día es muy bonito. Lo más emocionate, han sido los cambios en la empresa. Ha habido muchos cambios y altibajos. Como los hemos ido sorteando introduciendo cambios, me llena de orgullo. La adjudicación de grandes contratos para prestar servicios de ámbito nacional. El intento de internacionalización. El ayudar a crear un organismo público que hoy atiende a 20000 personas, la relación personas de todo tipo y la organización de un congreso, han sido hitos de mucho valor personal y profesional.
¿Qué es lo que más te motiva para continuar?
Seguir aprendiendo y afrontar nuevos retos. Esa maravilla que sucede cuando transformas una idea que nace en un paseo, en una ruta senderista, y lo transformas en una realidad tangible es fantástico. Ver como nace la idea, y como dando pequeños pasos, la vamos transformando en algo real, con la ayuda de todos, es algo maravillosa.