Cuando estás a punto de lanzarte a la aventura de emprender necesitarás apoyarte en un plan sólido que te permita organizar y sistematizar todas las acciones que te lleven a conseguir los objetivos que hayas definido para tu startup. Diseñar un plan de trabajo es la mejor manera de hacerlo. Te contamos cómo.
¿Qué es un plan de trabajo?
Un plan de trabajo es un documento que reúne la información necesaria para llevar a cabo un proyecto. Define los objetivos, los procesos y los tiempos de entrega. Es una herramienta que sirve de guía y establece estrategias que permiten alcanzar objetivos mediante la colaboración y el trabajo en equipo.
Beneficios de hacer un plan de trabajo
Esta herramienta de gestión empresarial posibilita grandes beneficios para la empresa que los implementa.
Permite la focalización de objetivos y su medición: todas las compañías establecen unos objetivos a alcanzar para su proyecto; el incluirlos dentro de un plan de trabajo, nos permite desgranar cada una de las acciones que nos llevan a conseguirlos y, a la vez, medir el estado de cumplimiento de los mismos.
Genera la organización de la actividad y definición de los recursos necesarios: al definir unos objetivos a alcanzar y llevarlos a acciones concretas, posibilita que todos los miembros del equipo se organicen asumiendo aquellas actividades enfocadas al objetivo común. Los equipos de trabajo quedarán organizados y alineados, y serán capaces de determinar los recursos necesarios para llevar a cabo su labor.
Posibilita la toma de decisiones y resolución de problemas: una estrategia clara, plasmada en un plan de trabajo, posibilita tomar decisiones de forma ágil y encarar los problemas que se detecten de manera inmediata.
Cómo hacer un plan de trabajo
1. Fija objetivos y organiza los equipos
Ya sea para todo tu proyecto emprendedor, para una acción o lanzamiento de producto o servicio nuevo, debes fijar una meta. Si el objetivo es muy genérico, no dudes en dividirlo en objetivos más específicos y a partir de ahí diseñar el plan. Recuerda que no se trata de diseñar sólo los objetivos de la compañía, sino también los de los equipos y personas parte de esos equipos. Solo de esa manera se consigue el alineamiento necesario para la consecución de los mismos.
En este sentido resulta especialmente interesante la metodología OKR (Objectives & Key Results), de la que podrás tener más información en este webinar que se realizó desde La Atalaya Talks.
Organiza a los equipos de trabajo que van a participar en el proyecto y asigna las tareas que deberán realizar.
2. Define una estrategia y los plazos
Se trata de establecer cómo se llevará a cabo todo lo que has planeado. Es momento de pensar en los medios y recursos (económicos, materiales, humanos, etc) que necesitamos para ello y en todos los pasos que progresivamente tenemos que hacer.
En paralelo, marca para cada una de las acciones un plazo determinado: ten en cuenta posibles desviaciones en plazo por imprevistos, pero sin dejar de tener presente una fecha fija que haga que los esfuerzos se focalicen en hacia un momento concreto.
3. Evaluación final. Llega el momento de medir los resultados de nuestro plan de trabajo. Una evaluación respondería a las siguientes preguntas: ¿hemos alcanzado los objetivos generales que nos habíamos propuesto?; ¿El equipo se ha organizado correctamente?;¿Hemos contado con los recursos necesarios?; ¿Hemos llegado a tiempo?
Solo después de responder a esas preguntas sabremos si realmente el plan de trabajo se ha cumplido. Si se ha cumplido, ¡buen trabajo! Si no, ¡has aprendido! El mundo del emprendimiento es un aprendizaje continuo que solo nos lleva a seguir mejorando hacia la consecución de nuestras metas.